La primera parada en Camboya sería Kratie. Lejos de ser una ciudad turísticamente interesante, nos ofrecía la oportunidad de tomar contacto con nuestros nuevos anfitriones, conocer los nuevos productos, sus precios, medios de transporte, carácter y costumbres.

Pero antes teníamos que pasar la prueba en una de las fronteras más corruptas del sureste asiático.

Igual que en nuestro país, aquí también existe la corrupción. Los policías recaudan dinero para su bolsillo aludiendo gastos extra por cualquier memez relacionada con el visado. Nosotros firmes a nuestra idea pudimos sortear la mayoría de estos gastos. Aquí vimos incrédulos como muchos de los turistas que por aquí cruzan lo hacen sin protestar y pagando lo que el policía de turno les reclama.

De ésta manera salimos rumbo a Stung Treng, donde nos subimos en un minibús que nos llevaría hasta Kratie.

Mercado de Kratie
Mercado de Kratie

El primer contacto con Kratie fue corto, ya que el viaje se demoró unas horas y llegamos cuando la ciudad ya se había ido a dormir, pero a la mañana siguiente nos levantamos temprano para recorrer su mercado, pasear sus calles y hablar con los lugareños.

Ir en pijama es ir a la moda
Ir en pijama es ir a la moda
Colores de las verduras
Colores de las verduras
Variados embutidos y verduras
Variados embutidos y verduras

Ajetreada durante el día, los lugareños se mueven sobretodo alrededor del mercado. Los puestos de comida de venta ambulante, hacían nuestras delicias. En poco tiempo ya teníamos una idea aproximada para seguir nuestro recorrido por el resto del país.

Paseo de Kratie
Paseo de Kratie
Paseando por Kratie
Paseando por Kratie
Atardecer en el río Mekong
Atardecer en el río Mekong