Uno de los grandes de Bolivia es el Salar de Uyuni y la Reserva Natural de Eduardo Avaroa. En esta entrada explicamos cómo preparamos por cuenta propia, junto a unos amigos franceses, esta aventura y como fue toda la experiencia.

Nos olvidamos de comodidades y tours turísticos. Una manera diferente de disfrutar de estos parajes naturales únicos en el mundo. Una alternativa que nos recompensó con aventura, experiencias inolvidables, aprendizaje continuo y muchas, muchas risas. ¡ Muchas gracias chicos!

Ingredientes para 4 personas
Tiempo aproximado a disponer: 1 semana
Una pareja de españoles
Una pareja de franceses
Una furgoneta: Waji Tambo
Cama (furgoneta), tienda de campaña, dos esterillas y un par de sacos de dormir
Nevera y cocina (furgoneta)
Alimentos para los componentes
Mucho Dulce de Leche y Ron
Bidones con litros de gasolina (¿Precio boliviano? Algo imposible, ¡Pero déjemelo a la mitad del precio extranjero!)
Bidones con reserva de agua (en medio del altiplano mejor ir provisionado, potabilizamos para beber y el resto para lavar los platos, ¿Ducha? ¿Para qué?)
Maps.me (no se aceptan imitaciones o similares)
¡IMPORTANTE! Rueda de repuesto, pala y gato elevador manual
Ganas de aventura y saltos
Cámaras de fotos y vídeo para inmortalizar la experiencia
Risas, buena onda, saber esconderse en los controles del parque y mucho descaro

Modo de preparación

Agitar bien todos los ingredientes antes de cocinarlos. Introducir cada uno de estos dentro de la furgoneta y dejar cocer a fuego lento. Servir poco a poco, con paciencia y disfrutar de la mezcla de sabores día a día.

¡Arrancamos motores! 

Una vez nos encontramos todos en Uyuni, un pueblo desértico donde la única carretera asfaltada es la calle principal, y alguna colindante, nos propusimos ir al salar más grande del mundo. Bastien y Anna ya se habían encargado de conseguir algo de comida y algunos bidones con la gasolina que necesitábamos. Evidentemente dentro del salar no hay gasolineras así que tuvimos que espabilarnos para encontrar una gasolinera que nos dejara llenar los bidones sin cobrárnosla al precio extranjero. La idea era recorrer parte del Salar de Uyuni pasando dos días dentro del salar para aprovechar la oportunidad de ver amanecer y atardecer.

Pusimos rumbo al pueblo de Colchani, a escasos metros ya pisábamos la sal dura del suelo. La carretera es inexistente y el camino va por la superficie de sal. Los camiones, autobuses y coches que pasan en temporada sin lluvias circulan por este salar sin problemas desde Chile o  Bolivia. Con el tiempo han dejado en esta parte del salar una buena marca para poder ir al menos hasta el Hotel de Sal y la Isla Incahuasi sin problemas de orientación, solo hay que seguir las marcas de los neumáticos.

Atardece en el Salar de Uyuni
Atardece en el Salar de Uyuni

El salar definitivamente es una obra maestra de la naturaleza, es espectacular. El contraste del blanco con el cielo parece un cuadro surrealista. Al tener un horizonte infinito se puede jugar con la perspectiva en las fotografías. Las islas que se reparten por el salar parecen estar flotando en la lejanía, pero nada más lejos, es solo una ilusión óptica.

Agua subterránea del salar
Agua subterránea del salar
Banderas
Banderas

Viendo el turismo que se concentraba en la Isla Incahuasi, decidimos ir a la Isla del Pescado. En esta isla no se paga por entrar, de hecho no nos encontramos con nadie aquí. Imaginamos que por la lejanía. Pasamos esa noche en el Salar de Uyuni totalmente solos y viendo uno de los atardeceres más espectaculares hasta la fecha. El amanecer no fue menos espectacular, pero la luz  que se proyecta es menos intensa.

Decidimos pasarnos toda la mañana disfrutando del salar, tomando fotos, jugando con una pelota, correr sintiendo una sensación de plenitud  y libertad indescriptible. Completamente solos y kilómetros totalmente llanos a nuestra entera disposición.

Contemplando el atardecer. Foto tomada por Anna y Bastien
Contemplando el atardecer. Foto tomada por Anna y Bastien
Una maravilla de tonalidades. Foto tomada por Anna y Bastien
Una maravilla de tonalidades. Foto tomada por Anna y Bastien
Isla del Pescado
Isla del Pescado
Salar de Uyuni
Salar de Uyuni
Jugando con la perspectiva
Jugando con la perspectiva
Almuerzo en el salar
Almuerzo en el salar
¡Sueño cumplido!
¡Sueño cumplido!

Nos volvimos a Uyuni, ya que la idea era continuar el viaje hacía el camino opuesto para visitar el cementerio de trenes. Cerca de la ciudad hay una vasta extensión olvidada en Uyuni, donde antiguamente fabricaban trenes, pero el paso del tiempo y el abandono decidieron que se quedaran aquí. Hoy en día es un punto turístico en la ruta.

Cementerio de trenes
Cementerio de trenes

Seguimos nuestros pasos hasta el pueblo de San Cristobal, famoso por la mina. En el camino un autobús pinchó rueda y dos chavales muy jóvenes que trabajan en ésta estaban haciendo dedo. Los ayudamos a llegar a su destino. Entraban a trabajar y no querían llegar tarde. La carretera es pésima, a veces esta asfaltada, pero otras es pura tierra. Cruzamos San Cristobal y el pueblo de Alota, proseguimos camino hasta un sitio paisajístico llamado Rocas. No había nadie, pero para nosotros fue un excelente lugar para pasar la primera noche.

De camino al Sur de Lípez. Foto tomada por Anna y Bastien
De camino al Sur de Lípez. Foto tomada por Anna y Bastien
Pasado el cruce de Alota
Pasado el cruce de Alota
Primera noche junto a las rocas. Foto tomada por Anna y Bastien
Primera noche junto a las rocas. Foto tomada por Anna y Bastien
Preparando el hotel en las Rocas
Preparando el hotel en las Rocas

Al día siguiente llegamos a Villa Mar donde unos ariscos vecinos tienen en la entrada del pueblo un peaje, si no pagas no pasas. De aquí ya nos metimos en una pista de baches, tierra y arena que no acabó hasta llegar a la frontera con Chile. Pero para llegar a ese paso aún nos quedaban algunos días por delante. Nuestro objetivo del día era llegar a la Laguna Colorada. Este lago es famoso por los tintes que en él se producen y la colonia de flamencos que habitan. Las diferentes algas tiñen de un color rojizo sus aguas poco profundas y los flamencos se alimentan de éstas.

Al fondo la Laguna Colorada
Al fondo la Laguna Colorada
Llama en la Laguna Colorada
Llama en la Laguna Colorada

Pasamos la noche cerca de la laguna, disfrutando de las vistas, y es que con semejante paisaje cualquiera se siente un privilegiado. Cuando los turistas se marchan y se queda el lugar en plena quietud empieza la actividad. Las aves sobrevuelan las aguas y las llamas se acercan a curiosear a los nuevos intrusos. Hicimos de este lugar nuestro hotel por dos noches. Un hotel privilegiado sin recepción, pero con desayuno incluido.

Tonos al irse el sol
Tonos al irse el sol
Reflejo del volcán
Reflejo del volcán
Flamencos sobrevolando la laguna
Flamencos sobrevolando la laguna
Flamencos en su hábitat
Flamencos en su hábitat
Flamencos andinos
Flamencos andinos

Nuestra siguiente parada era llegar algo más al norte hasta el Árbol de Piedra pero no sabíamos lo que nos esperaba ese día. No habíamos recorrido más de 20 kilómetros cuando topamos con un banco de arena, suficientemente profundo para que la Waji Tambo se quedara estancada. La aventura fue entretenida pero ardua. Nos tocó arremangarnos e hincar la pala para sacar arena, colocar piedras y hacer que la Waji Tambo saliera de ese bancal.

Pasaron unas cuatro horas y los pocos jeeps que van con turistas no hicieron ademán de parar a ayudarnos. En un momento dado, un francés que venía viajando en su moto decidió hacer un alto en el camino y charlar un rato. Nos informó que el camino que seguía no estaba mejor y fue él quien paró a un todo terreno, mientras los demás hacíamos señas. No los convenció fácilmente. Como dijo Anna: ¡Esto no pasa en África! Finalmente, todos salieron del jeep y ayudaron a empujar. En poco menos de 5 minutos la Waji Tambo volvía a moverse sin ayuda. A todo esto, ya estaba atardeciendo y decidimos volver a la Laguna Colorada a dormir y de esa manera descartamos la visita del Árbol de Piedra.

Faenando. Fotos tomadas por Anna y Bastien
Faenando. Fotos tomadas por Anna y Bastien

A la mañana siguiente pusimos rumbo a los geisers. Pero cosas del destino, una extraña situación hizo que volviéramos a estancarnos en un banco de arena. Aún nos quedaba algo de faena por delante cuando apareció una furgoneta procedente de Chile a la que paramos para que nos ayudaran a empujar.

¡Ja! Bastien se propuso que no volviera a pasar, activó el modo Dakar a la Waji Tambo y sobrevolamos los bancos de arena, que creemos que como mínimo causó estupefacción en los conductores de los jeeps turísticos que nos cruzamos, y es que ver una furgoneta por medio del altiplano a cierta velocidad deslizándose sin limitación debe ser asombroso. Nosotros que lo vivíamos des de adentro de la Waji Tambo nos parecía brutal, y necesario a su vez para no tener que volver a sacar la pala…

Hacía los geisers
Hacía los geisers
Parada técnica de Bastien
Parada técnica de Bastien
Paisajes del altiplano
Paisajes del altiplano

Remontamos las colinas que hay antes de llegar a los geisers, pero la furgoneta antes debía de desviarse unos kilómetros hasta el control de aduana Apacheta y tramitar los papeles de la Waji Tambo para que pudiese salir del país. Nuestra sorpresa fue encontrar en medio de Apacheta y de lo que representa ser una reserva natural a 5000 metros una empresa química explotando los recursos de ácido bórico…

Como el mejor momento para ver los geisers es por la mañana, decidimos pasar la noche cerca de estos, pero un poco alejados evitando los vapores que emanan de los agujeros. El espectáculo es sorprendente. A primera hora de la mañana y debido al frío de la noche los vapores son más visibles, también ayuda que la actividad subterránea es mayor.

Aduana Nacional para el coche a 5033 metros de altura
Aduana Nacional para el coche a 5033 metros de altura
Géiser. Foto tomada por Anna y Bastien
Géiser. Foto tomada por Anna y Bastien
Amanece en los geisers. Foto tomada por Anna y Bastien
Amanece en los geisers. Foto tomada por Anna y Bastien

Nos dirigimos hacia las aguas termales. Debido a la actividad que se registra en esta zona del parque, hay un punto donde el agua se calienta entre 35 y 40 grados.

Camino a la poza termal. Foto tomada por Anna y Bastien
Camino a la poza termal. Foto tomada por Anna y Bastien
¡Qué bien sienta un baño de 38 grados, sobretodo para quitar el polvo de los días anteriores!
¡Qué bien sienta un baño de 38 grados, sobretodo para quitar el polvo de los días anteriores!
Laguna verde. Foto tomada por Anna y Bastien
Laguna verde. Foto tomada por Anna y Bastien

La siguiente parada fue la Laguna Verde. Su color se debe a que el agua contiene magnesio, carbonato de calcio, plomo y arsénico, lo que hace que sus aguas no sean aptas para el baño y mucho menos se puede beber.
Con esta parada finalizaríamos nuestro recorrido por la reserva y cruzaríamos la frontera con Chile, entrando al país por San Pedro de Atacama. El camino discurre por una pista hasta la carretera que baja hasta la población.

Desierto de Dalí
Desierto de Dalí
Migración Paso Hito Cajón - Bolivia
Migración Paso Hito Cajón – Bolivia
¿Argentina o Chile? ¡Primero a Chile!
¿Argentina o Chile? ¡Primero a Chile!

Famoso por el desierto que lo rodea se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Chile. Los atractivos más importantes son los geisers de Taito, el Valle de la Luna, la reserva de flamencos o el Salar de Atacama, ofreciendo a su vez paseos por estos puntos o la práctica del sandboarding.

Por nuestra parte decidimos únicamente celebrar la entrada del año y poner rumbo a Argentina por el paso de Jama. Conocimos a la Familia Cargol, un matrimonio catalán que decidió recorrer el continente con sus tres hijos por el tiempo de un año. Junto a ellos,  Anna y Bastien nos alejamos de la localidad y preparamos una cena por todo lo alto. Pasamos el fin de año de una manera diferente, solitarios en medio del Desierto de Atacama. ¡Bienvenidos al 2016!

San Pedro de Atacama
San Pedro de Atacama
Celebrando el año nuevo 2016
Celebrando el año nuevo 2016

Cruzar el Paso de Jama no sería fácil. Nos despedimos de Bastien y Anna para proseguir nuestro recorrido a dedo. Nuestra intención era llegar a la provincia de Jujuy en Argentina, cruzando el paso Jama, pero después de 8 horas esperando junto a un montón de personas más a que alguien nos levantara decidimos reunirnos de nuevo con nuestros amigos. Ellos nos propusieron esperarnos y realizar juntos el trayecto hasta Purmamarca. Al día siguiente nos marchamos junto con Mathias, otro chico francés que conocimos haciendo dedo el día anterior y que se encontró en la misma situación. Pasando por paisajes espectaculares, remontamos el puerto y esperamos varias horas para cruzar el puesto fronterizo.
¡Bienvenidos a «La Argentina»!

Espectaculares paisajes hacía el Paso de Jama
Espectaculares paisajes hacía el Paso de Jama
¡Ché boludos, ya estamos en Argentina!
¡Ché boludos, ya estamos en Argentina!