Pakse fue nuestro campo base para descubrir la meseta de Bolaven. Conocida por sus cascadas, pero sobre todo por su café.

Antes de emprender nuestra ruta en moto por la meseta de Bolaven, descansamos un poco y visitamos la ciudad de Pakse. Teníamos oído que no ofrecía mucho y salimos en busca de algo interesante. Lo primero, acercarnos a su mercado, andar sus calles para conocer un poquito más de ésta ciudad. Y es cierto, no tiene nada especial turísticamente hablando, por esa razón hace que se pueda ver la vida normal de sus ciudadanos y comprender un poquito más el país.

Tras un día en ella alquilamos una moto para recorrer la meseta, una ruta circular que se puede realizar en varios días. Nosotros nos vimos con ganas y la hicimos en dos.

Con una de marchas
Con una de marchas

La primera etapa transcurre hasta Tad Lo, una cascada más bien pequeña rodeada de guesthouses tipo bungalows y restaurantes. Nosotros decidimos seguir adelante hasta Sekong, un pueblo a pie de carretera donde pararíamos para hacer noche y proseguir el camino al día siguiente.

Tad Lo
Tad Lo
Por la carretera
Por la carretera
En pleno road trip
En pleno road trip

La segunda etapa fue más entretenida que la anterior ya que la carretera en algunos tramos deja de estar asfaltada y cruza una zona totalmente aislada de poblaciones. Pese a las obras de pavimentación, se contemplan paisajes y bosques frondosos mientras se toma altura. A medida que se va avanzando la incertidumbre de si aguantará la gasolina aumenta, pero no nos preocupa porque cada poco hay algún puesto para comprar una botella de gasolina.

Después de varios kilómetros...
Después de varios kilómetros…
...altos en el camino
…altos en el camino
Cogiendo altura
Cogiendo altura

Una vez se va perdiendo altura, empiezan los cultivos de café, fácilmente reconocibles por la hoja de su planta y por las mantas que extienden los aldeanos al borde de la carretera para secar los granos. En esta etapa también hay cascadas por visitar.

Planta del café
Planta del café

Nosotros escogimos una de ellas, pues para nosotros más que las cascadas el trayecto era lo más divertido e interesante. Visitamos la Tad Yuan, un salto de agua bastante más grande que el anterior en medio de un bosque muy frondoso.
La ruta finalizaba y proseguimos de nuevo nuestro camino hacía Pakse.

Tad Yuan
Tad Yuan
Caminos de vuelta
Caminos de vuelta