Notamos como la temperatura había bajado y en medio de una neblina andábamos por unas calles solitarias. El autobús nos había dejado de nuevo de madrugada. Esta vez, esperamos en una tetería a que saliera el sol, dejando pasar el tiempo mientras observábamos el despertar del pueblo.

Hsipaw es pequeño y está rodeado de montañas. Esta combinación hizo que nos quedáramos aquí varios días paseando, haciendo una vida más pausada y disfrutando del estar.

Por la mañana solíamos levantarnos pronto y nos íbamos a andar por lo alrededores hasta la hora de comer.

A una hora y media de camino dimos con una cascada, es una caminata famosa por los alrededores. En ella, hay una poza donde te puedes pegar un baño. Durante el recorrido también se van visitando aldeas Shan, se cruzan campos de arroz y otras zonas no tan bonitas para la vista como un cementerio chino y un basurero.

Camino a la cascada
Camino a la cascada
Cascada
Cascada

Otro día fuimos a dar un paseo por otras aldeas Shan, caminos que de nuevo cruzaban grandes campos de arroz y sobretodo viendo como las personas que cultivan estos campos, trabajaban la tierra.

Trabajando en el campo
Trabajando en el campo

Sin esperarlo volvimos a coincidir con Jesús, el chico que conocimos en Bago y que esta vez iba acompañado de Felipe e Yvonne, una pareja, él mexicano y ella Suiza, que también estaban viajando.

Sentados en una terraza compartimos algunos platos típicos Birmanos acompañados de una cerveza, mientras conversábamos. Congeniamos tanto, que propusimos vernos en Mandalay en los días siguientes, ya que íbamos a coincidir.

Aldea cercana a Hsipaw
Aldea cercana a Hsipaw
Hsipaw
Hsipaw
Hsipaw
Hsipaw
Mercado de Hsipaw
Mercado de Hsipaw
Mercado de Hsipaw
Mercado de Hsipaw
Contemplado el Dokhtawadya su paso por Hsipaw
Contemplado el Dokhtawadya su paso por Hsipaw

Para poner rumbo a Mandalay volvimos a coger un tren. Ésta vez el trayecto sería un poco más largo que el anterior, aun así no llegaríamos hasta la ciudad.

De ruta limosnera a primera hora de la mañana
De ruta limosnera a primera hora de la mañana
Vía del tren dirección Mandalay, a primera hora
Vía del tren dirección Mandalay, a primera hora

Nos plantamos en la estación a primera hora de la mañana, con suficiente tiempo para coger nuestro billete, y con suficiente nos referimos a que los billetes se venden media hora antes de la llegada del tren, y como éste iba con retraso tuvimos que esperar una hora más de lo previsto, aquí las cosas funcionan así y hasta tienen su encanto.

Comprando los billetes de tren
Comprando los billetes de tren
Preparada para la llegada del tren
Preparada para la llegada del tren

Queríamos hacer este trayecto para pasar por el desfiladero de Goteik. Un viaducto que cruza una distancia de unos 700 metros a 100 metros de altura. Durante las horas que pasamos en el tren observamos los diferentes paisajes, las estaciones en las que paramos y el propio ajetreo del tren.

Como no queríamos llegar a Mandalay demasiado tarde, decidimos bajar en Pyin Oo Lwin para ahorrarnos unas pocas horas del trayecto en tren, que va más lento. Aquí tomamos una pick-up que nos llevó hasta Mandalay, una aventura de tres horas que añadir a un día muy emocionante.

¡Pasajeros al tren!
¡Pasajeros al tren!
Acercándonos al viaducto de Goteik
Acercándonos al viaducto de Goteik
Imponente paso por el viaducto
Imponente paso por el viaducto
Jugando al escondite con los niños del otro vagón
Jugando al escondite con los niños del otro vagón