Entrar a Bolivia por una de las fronteras comerciales y hacerlo en día de feriado fue la mejor manera de empezar el recorrido por el nuevo destino. En la frontera ocurría de todo, el cruce era algo caótico, un ir y venir de gente, algunos con fardos de gran tamaño, sin control.
Nosotros nos plantamos en el puesto fronterizo para tramitar nuestro visado, mientras hacíamos cola y esperábamos a ser atendidos observamos todo lo que ocurría a nuestro alrededor. Cada uno, a sus cosas. ¡Nos encantan estas fronteras tan ajetreadas!
Con los trámites hechos y de legales en el país, fuimos a buscar un autobús que nos llevara hasta La Paz. No iba a ser fácil, todos y cada uno de los autobuses estaban completos ya que al ser día de feriado la afluencia de gente era mucho mayor. Teníamos pocas alternativas pero negociando con el chófer y convenciéndolo que nos tenía que llevar porque no teníamos otra opción, accedió a llevarnos en el pasillo. Y es que como en otros países del mundo, los autobuses cumplen la función de camión a la vez. Entre bolsas de pasta, yogures, huevos y gallinas íbamos nosotros. Lo curioso que parecía que nuestras mochilas eran las que molestaban y no precisamente toda la cantidad de mercancía que cada uno llevaba.
Una vez llegamos a La Paz, nos dimos cuenta que nada tenía que ver con su nombre. De paz poca, más bien lo contrario. Las calles repletas de gente y mercados interminables que se extendían por las empinadas calles. Bajamos del autobús y fuimos hacia la zona más céntrica a pie. Por el camino no dejamos de ver en ningún momento tenderetes de ropa, alimentos, utensilios, aparatos… Todo lo que uno pueda imaginar puede encontrar.
Aunque no sea la capital del país, La Paz es una ciudad muy importante, tanto por tamaño, población e importancia económica. Nosotros pasamos unos días visitándola, paseando por sus calles y conociendo sus mercados. Trajes tradicionales, casamientos, arte urbano, historia… todo cabe en una ciudad del tamaño de esta y hay que pararse para conocerla. ¡A nosotros nos encantó!
Una buena manera de disfrutar de la ciudad es acercase hasta El Alto, un ciudad situada en la parte alta al que se puede llegar con alguno de los teleféricos. Altamente recomendable para disfrutar de unas vistas espectaculares y contemplar algunos de los cerros nevados de los alrededores si se tiene suerte.
La Paz tiene muchos rincones, a cada paso hay algo que llama la atención, más si es la primera ciudad de Bolivia que se visita. Está emplazada en un lugar único, en un valle con forma de embudo y por las laderas de este valle se extienden todos los edificios de la ciudad. En la parte de arriba de la ciudad a casi 4000 metros se encuentra todo el basto altiplano boliviano. Verdaderamente espectacular.
6 comentarios
¡Vaya sensación de caos!!! Y toda la vida pensando que La Paz era la capital de Bolivia… (ya he visto en San Google que la capital es Sucre)
Se os ve muy bien!!!
Un abrazo!!
Hola Alfonso,
Nosotros también llevábamos toda la vida pensando que era La Paz, pero como siempre, el viaje nos vuelve a sorprender. Realmente es Sucre, una ciudad mucho más tranquila y en la que pronto hablaremos de nuestro paso por ella.
Gracias maño!
Besicos,
Alberto & Sonia
Otra nueva clase de geografía humana. Preciosas las fotos y guapísimos vosotros. Besos
Es cierto, cada día se aprende algo nuevo! O al menos saber como aprovechar bien el espacio de un autobús. ????
Besos ecano,
Alberto & Sonia
Ei parella,
Ara des de casa llegeixo el vostre blog amb molta nostàlgia… Quines ganes de tonar a aquesta, per mi una de les millors ciutats que he visitat i que em va brindar 7 dies especials per la vida, la màgia, tot…
Espero que ho passeu molt bé i només un apunt: Bolivia té dos capitals, la administrativa que es La Paz y la constitucional que es Sucre, sent la real La Paz ja que allí hi ha el govern i tota la resta.
Si aneu a Xile espero pugueu arribar (no en temporada alta però si us plau) a la carretera Austral, un dels llocs més emrvaellosos i hitchike friendly del món).
Ei viatgers!
Espero que tot vagi genial por donde quiera que estéis. Nosaltres ara estem per Tierra del Fuego. Chile ja queda enrera, vam passar per l’illa de Chiloé i vam fer part de la carretera austral. Hem de tornar a la Patagonia, dedicant-li molt més temps, pero ja haurá de ser en una proxima ocasió…
L’autostop ens está deixant una cantitat d’experiencies i que mai podrem oblidar. Buena onda per tot arreu!
Una abraçada!
Alberto y Sonia