Descripción de la ruta
- Punto de salida: Saravillo, Huesca (Valle de Chistau). Hay aparcamiento para dejar el coche en Saravillo
- Recorrido: Saravillo – pista forestal hasta el refugio Lavasar – refugio Lavasar – ibón de Plan (Basa la Mora) – refugio Lavasar – GR-11 hasta Saravillo
- Pernocta: No
- Material necesario: Ninguno específico. Prever agua, hay un estanque con una fuente para abastecerse a mitad de camino y en el mismo ibón
- Altura mínima: 984 metros
- Altura máxima: 1910 metros
- Realizado por: Alberto y Sonia
Hay muchas leyendas que rondan alrededor de este ibón:
Si subes al ibón Basa de la Mora en la noche de San Juan y te lavas la cara en sus aguas antes de la salida del sol, verás que el agua se empieza a mover y aparecerá el alma de una princesa mora que se perdió entre las montañas del valle, huyendo. Sólo los que tienen una mirada limpia y un corazón puro, pueden ver a la princesa y toda la belleza que el ibón esconde.
Con esta historia, el ibón de Plan es también conocido como el ibón Basa de la Mora, es considerado por muchos como el ibón más bonito de todo el Pirineo. No sabemos si será el más bonito ya que la mayoría de ibones del Pirineo Aragonés son preciosos, pero sí que es cierto que es uno donde hay muy buen acceso a pie y en coche, y una excursión muy bonita de esas para ir en familia. El enclave es sencillamente espectacular y creemos que por eso tiene esa consideración dentro del Valle de Chistau.
Esta vez para hacer más larga la subida, optamos por subir desde el pueblo de Saravillo, a pie, toda la aburrida y larga pista forestal, unos 14 kilómetros. También hay acceso para los vehículos, previo pago. El camino está muy bien señalizado y antes de llegar al refugio Lavasar, nos desviamos en un punto por la GR-11. Éste es un sendero más decidido y alternativo para subir al ibón, ya que también sale desde el pueblo de Saravillo. El refugio es abierto y gratuito, donde en caso de querer pernoctar te proporciona un suelo y un techo. El recorrido desde el refugio Lavasar hasta el ibón es un agradable paseo bucólico. Allí, a las faldas del ibón de Plan nos sentamos a contemplar todo el paisaje. Le dimos toda la vuelta al ibón por su orilla para hacer fotos desde todas sus perspectivas.
Para volver a Saravillo, desandamos el camino pero en esta ocasión bajamos sin pensarlo por la GR-11 mucho más entretenida y, sobretodo, más directo.
Foto a foto