Don’t worry be Hampi

Así rezaba una camiseta que vendían en una tienda en Hampi, y nos hizo gracia. Aunque la rebautizaríamos a Don’t worry, give the money and be Happy.

Entrabamos en el estado de Karnataka. El tren de Margao a Hospet iba a reventar de gente. Como que pasan pocos a la semana. Nos tocó sentarnos todo el trayecto en la puerta del tren, como los dos chicos de la primera foto. Nos sentíamos en un cine a la fresca, viendo durante 8 horas una película de paisajes ante nuestros ojos.

Nos dimos cuenta nada más bajar del tren que la cosa por esta zona no pintaría igual que nuestro paso libertario por Goa. Volvíamos a las costumbres de las zonas turísticas. Te cobran de más. ¿Why? Preguntamos y te responden claro, porque eres extranjero. Y como nos calienta. Sobretodo, a la hora de comer. Nos gusta comer donde van los locales por muchísimas razones, pero no a cualquier precio. Al final, negociando, conseguimos precio en un puesto local. Así es como aseguramos nuestro estómago, y nuestro bolsillo, los días que pasamos en Hampi.

Paisaje de Hampi

Paisaje de Hampi

Hay dos zonas diferenciadas, una es Hampi bazaar y la otra es Hampi island. Nos comentaron que la segunda era más bonita, mejor enfocada al turismo y que la experiencia seria mucho más agradable, pero para acceder a la zona arqueológica es mejor desde la primera. Aquí se encuentran las ruinas del antiguo mercado, que hace unos cuantos años sirvió como asentamiento. Fue así hasta que una organización los trasladó a lo que ahora es, otro asentamiento que abastece a los visitantes con guesthouses, tiendas locales y restaurantes turísticos.

Atardecer con vistas al templo Virupaksha

Atardecer con vistas al templo Virupaksha

Templo Lakshmi Narasimha

Templo Lakshmi Narasimha

Hampi es Patrimonio de la Humanidad. Fue la capital Vijayanagar de uno de los imperios hindús más grandes de la historia de India. La metrópolis cobijaba a unas 500000 personas y sus mercados pertenecían al comercio internacional. Hoy son 36km2 de ruinas, dispersas por un paisaje muy característico. Un montón de rocas, no sabríamos decir si miles o millones, se dispersan por suaves montículos creando diferentes formas. No nos extraña que a alguien se le antojara crear aquí un imperio.

Entre rocas, ruinas y ríos, recorrer esta zona andando es algo que merece la pena. Se puede, o no, pagar la entrada de los templos más importantes. En nuestra humilde opinión, para disfrutar de la visita, no es necesario. Lo que hay que ver se reparte en dos zonas: el Sacred Centre y el Royal Centre. Aunque están alejados entre ellos se puede hacer a pie, ayuda a hacerse una idea de lo basto que llegó a ser.

Alrededores de Hampi

Alrededores de Hampi

Restos arqueológicos de camino al templo Vittala

Restos arqueológicos de camino al templo Vittala

En el Sacred Centre hay un montón de ruinas repartidas y caminos que unen los diferentes templos. El Vittala es uno de los más importantes, y por eso se paga. Si se llega andando, por el camino se encuentran antiguos templos en un entorno único. Para volver a Hampi bazaar se puede tomar un camino hacia el templo Achyutaraya. Nos gustó en especial, lo vimos totalmente en solitario. Continuando con el camino de vuelta, rodeando por detrás el Matanga Hill, se llega a un viewpoint. Si el tempo Achyutaraya nos pareció bonito desde abajo, desde este lugar ganó 10 puntos más.

Templo Vittala

Templo Vittala

Vistas al templo Achyutaraya

Vistas al templo Achyutaraya

Complejo Achyutaraya

Complejo Achyutaraya

View point del templo Achyutaraya

View point del templo Achyutaraya

Hasta el Royal Centre es una buena caminata. Recomendamos hacerla por la carretera, y no por los caminos alternativos que se pueden encontrar en algunos mapas. Lo intentamos y perdimos mucho tiempo. En este complejo se encuentran, muy separados entre ellos: los baños de la reina, cámara subterránea, templo Hazarama, establos de los caballos, Mahanavami-diiba y la recepción real. Por otro lado se encuentra el templo Prassanna Virupaksha, cerca de la torre musulmana y de la Mint area. Pero realmente lo que se suele visitar aquí, previo pago, es el complejo Zenana y el establo de los elefantes.

Complejo Zenana

Complejo Zenana

Baodi en el Royal Centre

Baodi en el Royal Centre

Una vez finalizado Hampi, nos fuimos a visitar una conocida fundación española en Anantapur. Vivir unos días en el campus para conocer in situ los proyectos que están llevando a cabo. Sin ellos no nos hubiéramos acercado a la realidad de las zonas más desfavorecidas y rurales de la India.

Visitando una escuela rural

Visitando una escuela rural

2 comentarios

  1. Pablo y Elena dice:

    Pues hubiera estado guay que pusiérais que era la fundación Vicente Ferrer en Anantapur y así le dais un poco de publi que siempre les viene bien. Imagino que la experiencia fue flipante, y plasmarlo solo en un miniparrafo al final del post es bastante doloroso para los que hemos currado allí durante un año. Un abrazo.

    • Hola Pablo y Elena,

      Nos apena vuestro primer comentario comparando los sentimientos de un año de trabajo con cuatro días como visitantes en la Fundación Vicente Ferrer. Creemos que vuestra experiencia da para escribir muchas entradas y hasta un libro, pero la nuestra no. Hay muchos blogs que ya relatan lo increible que es visitar esta fundación y decidimos no dedicarle un post entero.
      Lo que si que vemos conveniente es poner el enlace a dicha fundación, por si a alguna persona que nos lee le interesa. Normalmente, también lo contamos en guía práctica del país, al final de cada viaje. Pero, como aún nos queda largo viaje por India, aún no está publicada.

      Un abrazo, y esperamos que nos sigáis comentando 😉

      Alberto y Sonia

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Alberto Campaña y Sonia Díaz son los autores de VísteteQueNosVamos, una web que nació en el año 2014 a raíz de un viaje vuelta al mundo. Apasionados de los viajes y de la montaña desde siempre, en un par de ocasiones decidieron dejarlo todo y salieron a conocer el mundo sin billete de vuelta. Una vuelta al mundo los llevó por Nepal, Sudeste Asiático, China, Japón, EE.UU y Sudamérica, recorriendo miles de kilómetros en transporte público, a pie y en autostop. A finales del año 2019 finalizaron su ruta por el Indostán, Asia Oriental y Central, y regresaron a España para comprarse una furgoneta 4x4. La decisión es clara, no quieren parar de viajar.

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