En el recorrido en autobús hacia Luang Nam Tha, ya nos íbamos dando cuenta que el desplazamiento por este país, iba a ser muy lento. La gran mayoría de las carreteras son montañosas y no están en muy buen estado, si a esto le añadimos curvas, pues el cóctel está servido.

Luang Nam Tha, es una ciudad que se encuentra en el norte de Laos. No hay mucho que destacar de esta ciudad, exceptuando la cantidad de agencias que venden actividades dentro de la zona protegida de Nam Ha, el morning market y el night market. ¡Lo mejor lo encontramos en sus alrededores!

Tenemos que admitir que tenemos predilección por los mercados, ya que son el mejor sitio para investigar los productos y platos típicos de la zona. Nos encanta ver los colores de la fruta y la verdura expuesta, las nuevas mezclas de olores y sí, también suele ser la mejor forma de ahorrar un poquito más en el bolsillo.

Morning market
Morning market
Restauración en el wat
Restauración en el wat

Alternamos un día en bicicleta con otro a pie, en el cual nos fuimos hasta una de las cascadas. Al llegar, y como es habitual aquí, te hacen pagar una pequeña cantidad para acceder al punto donde puedes verla. Esto suele ser un puesto montado por los mismos aldeanos. Montan dos barandas de madera, cuelgan tres carteles indicativos y así sacan provecho del paraje natural. Todos quieren unirse al negocio del turismo, no se les puede culpar, pero tampoco a nosotros al sentirnos un poco decepcionados, al ver que la cascada se trataba de un pequeño salto de agua enclavado en medio de un frondoso bosque y donde los residuos de otros visitantes y lugareños también forman parte del panorama.

La cascada
La cascada
Merendero cerca de la cascada
Merendero cerca de la cascada

Aun así el trato con la gente y pasear por las aldeas, que es lo que realmente perdura de éstas experiencias, sigue sin costar dinero, y una cosa compensa la otra.

Niños jugando en una de las aldeas
Niños jugando en una de las aldeas
Aldea
Aldea
Mujeres lavando junto al río
Mujeres lavando junto al río

Hacer una ruta en bicicleta por la zona fue una buena manera de entrar en contacto con la gente. Llegamos a aldeas de diferentes etnias alejadas del núcleo urbano dónde la vida no parece haber cambiado demasiado durante años, exceptuando que algunos ahora tienen motos y teléfonos móviles.

Las cabañas hechas de madera y bambú, el fuego a tierra, las ropas colgadas, los animales campando a sus anchas y la vida pasando en el exterior de las casas es la tónica habitual.

En la bicicleta
En la bicicleta
La vida en las aldeas
La vida en las aldeas
Recorriendo los caminos
Recorriendo los caminos
Vistas de los alrededores de Luang Nam Tha
Vistas de los alrededores de Luang Nam Tha
Detalles de un hogar
Detalles de un hogar