Los últimos días que pasamos en Camboya transcurrieron en Kampot. De esta ciudad hay poco que destacar a parte de su mercado central, calles tranquilas y anchas y un largo paseo al lado del río donde cada tarde íbamos a ver caer el sol. Lo que en verdad hace famoso a este lugar son por el durian y la pimienta.

El durian es tan importante para Kampot, que hasta tiene un monumento en su honor en una de las rotondas de la ciudad. Esta fruta con sabor dulce, de apariencia y olor característicos, también se puede encontrar en muchos otros lugares del sureste asiático. La pimienta de Kampot es otro de sus puntos fuertes, y nos referimos a que en buena parte de los restaurantes de la ciudad se pueden degustar platos que la utilizan como principal condimento.

Cerca del río en Kampot
Cerca del río en Kampot
Cerca del río en Kampot
Cerca del río en Kampot
Durian
Durian

Para pasar estos días, topamos con un guesthouse que haría saltar de emoción a cualquier mochilero y fue ideal estarnos unos días a modo relax, disfrutando de la vida local y despidiéndonos de otro país como se merece.

Siempre nos movíamos a pie pero uno de los días alquilamos una motocicleta para ver sus alrededores y Kep, un pueblo con olor a sal, cerca del mar y donde su reclamo turístico es el cangrejo.

¡Welcome to Kep!
¡Welcome to Kep!

Aquí las mujeres del pueblo se dedican a la pesca del cangrejo, lo venden en el mercado y ahí mismo otras mujeres te lo cocinan. A nosotros no nos llamaba mucho lo del cangrejo, pero hicimos lo mismo con un gran pescado acompañado de arroz y que nos sentó de lujo.

A la captura del cangrejo
A la captura del cangrejo
Cesta de cangrejos
Cesta de cangrejos
Playa de Kep
Playa de Kep
Herramientas del mar
Herramientas del mar

Por los alrededores poca cosa más hicimos y el día que nuestra visa nos permitió entrar a Vietnam, nos levantamos prontísimo para llegar hasta allí y cruzar nuestra siguiente frontera.

¡Bye Bye, Camboya!
¡Bye Bye, Camboya!